2008
Poses para dormir
Oscuridad. Nadia prende un fósforo. La luz del fósforo le ilumina la cara.
Nadia: Yo tenía siete años y bajaba las escaleras en bombacha con una cajita de fósforos. Llegaba a la cama de mis padres y los veía dormir. Mi madre era un masa de pelo enredado con la boca contra la almohada; mi padre un perfil flaco de frente al techo. Los miraba un largo rato hasta que prendía un fósforo contra las sábanas. Después, abría la puerta con una llave en forma de signo de pregunta, salía a la calle que era una gran autopista y me sentaba en un baldío a mirar mi casa incendiándose. Me molestaba estar en bombacha porque era invierno y los pezones y el ombligo se ponían azules. Pero era feliz viendo las formas de las llamas contra el televisor, las cortinas, el teléfono, los sillones, la biblioteca de mamá.
Creditos
Editado por Entropía, Buenos Aires.